miércoles, 10 de agosto de 2016

Tus puntos cardinales.

Noté como lentamente el tacto de tus labios me rozó, y me puso realmente nerviosa, que con un simple roce puedas hacer tanto me parece increíble.
Te buscaba en el fondo de aquel bar, y siempre te encontraba, mirándome claro.
Chocaba de golpe seco con tu sonrisa, aquella línea que lo curva todo sin darse cuenta.
Me hacia sentir muchas sensaciones.
Como aquel que camina admirando espaldas, cuando realmente la que quiere ver es la espalda de otra persona, y unir sus lunares, sus estrellas, su constelación, y girarme, aunque solo fuese para ver tu espalda, giraría hasta mi vida, para que tu norte y mi sur ya no se sientan solos.

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