martes, 28 de junio de 2016

El mar siempre supo guardarme el secreto.

Y siendo aquella una de las tardes más especiales de mi vida, comenzó a irse el sol. Sentí la necesidad de ver al astro esconderse en el mar. Hundirse en él hasta que no quedara ni un rayo en el planeta. Ver como oscurecía el cielo, dejándome contemplar las estrellas. Salí al patio. El mirador se encontraba bastante alto, desde el cual divisaba perfectamente la costa. Desde allí vería el fenómeno. Deseé tener un poco de soledad. Un respiro. Pero parecía que no era la única que quería presenciar el final del día. Su cabello era inconfundible. Me acerqué al muro y me senté a su lado. Sonrió timidamente mirando al abismo que había delante de nuestros cuerpos.
-¿No tenías vértigo?- pregunté.

-Lo he ido perdiendo- contestó. Asentí con la cabeza.- Como a ti- se me formó un nudo incómodo en la garganta.- Lo siento, perdona. No era mi intención- se disculpó.- Joder, soy idiota.

-Ey, tranqui.- le pedí.- todo bien.- Y nos quedamos observando como el sol se posaba sobre el mar, y esos últimos rayos de luz nos acariciaban la cara.


lunes, 13 de junio de 2016

Rea(r)mando(te) trozos infinitos.

El día que consiga expresarte,
abriré las manos,
juntaré las palmas,
y esperaré paciente
a que tu infancia se rehaga entre mis dedos.
Después, juntaré los restos,
apretaré los dientes
y pintaré todas las paredes blancas
del color de tus miedos,
señalando la nada e
 intentando insinuar sin palabras:

"esto de aquí no tiene nada que ver conmigo,
la vida se acaba y tengo frío,
me recuerda a la energía que habita en tu cama.
¿Tienes miedo?, me quedo sentada.
No tengo nada a lo que no hayas dado la espalda antes.
Te espero despierta,
ya me sé el recorrido hasta la planta de tus pies,

he pensado en echar raíces pero no sé donde he puesto el agua.

Tengo sed y el mar no me sacia. ¿Me acompañas?"



Dos años (viviendo) en la oscuridad.

Te vi crecer, te vi morir
te vi querer, te vi vivir.
Dos años ya, y después de todo me sigue costando salir
de esta oscuridad que me dejas aquí.
Te vi llorar
te vi sentir,
te vi sonreír
te vi ganar.
Una sonrisa de las tuyas me da la suficiente fuerza para seguir, continuar y mantener el equilibrio con tu toma de tierra y tu respiración constante.
Ahora que ya no las tengo no puedo avanzar,
me faltan fuerzas y me sobran

lágrimas,
pero nunca las ganas de soñar
ni de escribir,
ni de cantar,

pero ni las lágrimas
ni el dolor
podrán conmigo,
te pido por favor que no me olvides,
yo nunca lo haré,
mientras yo te recuerde siempre permanecerás
que ni las canas ni las arrugas
te quitaran esa belleza.
Seguiremos ahí, al pie del cañón,
somos la fuerza de un grito que no callará.

sábado, 11 de junio de 2016

Lluvia de colores.

Tú tan de blanco,
yo tan de negro.
Yo tan de mirarte,
y tú tan de quedarte en plena cegadez.
Tú tan de dormirte en los laureles
y yo de hacerlo en tu regazo,
y acariciar tu espalda,
y perderme,
y encontrarme
y besar tu luna, mientras me vuelvo a perder en tu constelación de lunares,
que dicen,
que uniendo los puntos se indica el camino al parnaso,
siempre de ida, aunque vuelvas.
Tú nocilla, yo nutella.
tú juegas al buscaminas
cuando a mí,
son las minas las que me buscan, y querían hacer que explotase.
Yo tan de perder la razón
y tú siempre queriéndola tener.
Tú bailabas aquel vals,
mientras yo simplemente lo cantaba, me dejaba bailar por las notas y su arritmia, en vez de perderme en ti y tu ritmo marcado.

Tú fuiste tantas cosas en mi vida, que en cuanto desapareciste, me acostumbré a perder, y cuando creí que todo aquello era blanco, tu color favorito por cierto, me di cuenta de que era de todos los colores del arco iris.